Encontramosrepulsiva la idea de morir, de dejar de existir; aceptar la muerte nos resulta difícil, si no casi imposible. Y la Biblia da la razón al explicar que Dios “puso también la eternidad en la mente [o “en el corazón”] del hombre” ( Eclesiastés 3:11; Sagrada Biblia, Agustín Magaña). Deseamos vivir, no morir.
Lamuerte no es el final. Esta hermosa reflexión de San Agustín, sobre la muerte, nos puede ayudar a reflexión sobre este gran tema que siempre ha preocupado a la humanidad. La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado. Yo soy yo, ustedes son ustedes. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo.
Enla última semana del año litúrgico, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el fin, el fin del mundo, el fin de cada uno de nosotros, y el Evangelio de hoy lo hace por medio de Lucas que repite las palabras de Jesús: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". La vulnerabilidad humana. Es así, reitera el Papa en su
11 Te digo adiós para toda la vida, pero toda la vida seguiré pensando en ti (José Ángel Buesa) Cuando el amor es verdadero y se siente intensa y profundamente, decir adiós no tiene por qué significar el final, porque dentro de la cabeza de aquella persona que ama, puede seguir muy vivo el recuerdo. 12. Lavida y la muerte, una reflexión de Luz Del Alma pero es el que más nos aterra. Yo creo que debería existir una preparación espiritual para dar el paso final. Es decir, Ensu obra "La Ciudad de Dios", Agustín expone su concepción sobre la muerte y cómo esta no debe ser vista como un fin, sino como un paso hacia la eternidad. La muerteLamuerte es un misterio. Podemos tener la certeza de que hemos de morir, pero cómo y cuándo, no lo sabemos. Por ello, a mucha gente le causa miedo la muerte, pero más que miedo a la muerte, es miedo a la nada, al vacío, a lo desconocido y a perder aquello que ingenuamente consideramos “eterno”. Con estas ideas no pretendo transmitir
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